¿Se puede hacer un render con inteligencia artificial? Perdiendo el miedo a la IA (y entendiendo sus límites)

Cada vez veo más publicaciones donde se afirma que “con IA ya no necesitas hacer renders”. Gente que dice que usó ChatGPT, Midjourney o alguna otra herramienta para transformar un modelo en SketchUp en un render hiperrealista.

Y claro, es normal que empiece a haber confusión. Por eso me parece importante hablar de este tema sin alarmismo, pero también sin cuentos: la inteligencia artificial es una herramienta muy útil, pero no puede reemplazar el proceso real de renderizado. Y entender esto es clave, porque perdiendo el miedo a la IA podrás empezar a usarla con cabeza.

Lo que la IA no puede hacer por ti (ni por tus clientes)

Vamos al grano. Cuando hablamos de renderizado profesional, hablamos de:

  • Aplicar materiales reales con propiedades físicas (reflectancia, refracción, rugosidad, etc.).
  • Iluminar una escena con lógica y conocimiento técnico.
  • Ajustar cámaras, encuadres, profundidad de campo, exposición…
  • Conseguir coherencia entre geometría, sombras y color.
  • Transmitir sensaciones y, en resumen, mostrar la realidad de nuestros proyectos para que nuestros clientes la entiendan al 100% y se enamoren.

Todo esto lo hacemos con herramientas como V-Ray o Corona y, lo siento mucho por quienes creen que sí, pero por el momento no se puede generar simplemente subiendo un boceto o una imagen a ChatGPT o escribiendo un prompt en Midjourney. Ninguna IA puede abrir un archivo de SketchUp, 3ds Max y renderizarlo con calidad profesional.

Lo que muchas personas hacen es confundir una imagen bonita generada con IA con un render realista y técnico. Por ejemplo, toman una captura de SketchUp, la suben a plataformas como Krea AI o Magnific AI, y obtienen una imagen estilizada que parece un render. ¿Es útil? Sí, pero no es lo mismo.

Por ejemplo, en las imágenes que verás a continuación he procesado una escena exportada desde SketchUp y la he pasado por Krea AI para mejorar su acabado. Aunque el césped y la vegetación se ven más detallados, la imagen sigue sin parecer un render realista. Además, Krea ha añadido elementos que no existían en la escena original, como edificios entre los árboles al fondo, lo que altera la composición del entorno.

Lo mismo ocurre con los renders de interiores. En las siguientes imágenes utilicé una vista del salón diseñado por el estudio de interiorismo SUENH, con quienes colaboro habitualmente en el modelado 3D de sus proyectos.

Una vez más, aunque hay ciertos elementos que mejoran —como el acabado de los textiles o los cojines—, el resultado final no llega a parecer un render realista. Además, detalles como la imagen de la televisión o los focos del techo aparecen desdibujados o deformados.

En este caso son fallos menores, pero he probado otros servicios similares en los que la IA se toma aún más libertades: cambia materiales, añade objetos o transforma partes clave de la escena sin ningún control. Y eso puede ser un problema cuando necesitas generar varias imágenes del mismo proyecto y en cada una aparecen acabados diferentes.

Cómo usar la IA de forma inteligente sin reemplazar tu trabajo

Aquí es donde todo se pone interesante. Perdiendo el miedo a la IA, puedes aprovecharla para potenciar tu trabajo en lugar de sentir que compite contigo.
Por ejemplo:

  • Puedes usar Midjourney para crear moodboards o explorar estilos visuales que luego aplicarás en tus renders reales.
  • Puedes retocar un render con Krea AI o Magnific AI para darle un pequeño empujón de realismo o textura, pero partiendo siempre de una base profesional.
  • Incluso puedes usar herramientas como ChatGPT para escribir textos de presentación para tus proyectos o ayudarte a preparar entregas y documentación.

La clave está en saber que la IA no sustituye el conocimiento, la sensibilidad ni el criterio que aplicas como profesional. Pero sí puede ser un buen asistente si sabes cuándo y cómo usarla. Por ejemplo, el retoque de los renders, si se hace con criterio, me parece una maravilla.

Echa un vistazo a las siguientes imágenes. Partiendo del mismo jardín, ahora renderizado, estos son los resultado después de unos minutos de pruebas.

Como puedes ver, el acabado de la vegetación ha mejorado notablemente. El césped se ve más realista, al igual que las flores del lado izquierdo, las sombras y los detalles de la casa del fondo. Pero todo esto parte de una base sólida: un render trabajado con cuidado desde el principio. La ambientación del espacio, los materiales, la iluminación y el encuadre de la escena son fundamentales para que la IA pueda interpretar bien la imagen y mejorarla sin estropearla.

Conclusión: la IA es una aliada, no una amenaza

La inteligencia artificial está avanzando muy rápido, y es normal que asuste. Pero como cualquier otra herramienta, su valor depende de cómo la uses.
Si entiendes sus límites, puedes empezar a usarla de forma estratégica, sin sentir que pone en peligro tu trabajo.

¿Tú ya estás probando algunas de estas herramientas? ¿Te dan curiosidad o todavía te parece un terreno resbaladizo?
Me encantará leer tu experiencia en los comentarios. Este tema da para mucho, ¡y cuantas más opiniones, mejor!

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